viernes, 8 de agosto de 2008

La última revolución

La gente comenzó a mirarse a los ojos y entonces empezó el fin de la historia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Un mundo sin televisión? Nuestras neuronas serían las primeras en protestar...¿aumento de jornada laboral? ¡No gracias!

Anónimo dijo...

jajajaja si fuesemos dictadores con nuestras neuronas y las utilizaramos en lo realmente importante no habría jornada laboral

Guillermo dijo...

Aqui lo que veo son muchos anonimos y mu pocas firmas