sábado, 8 de marzo de 2014

El principito y el mercader


- Buenos días -dijo el principito
- Buenos días -dijo el mercader.
Era un mercader de píldoras especiales que aplacan la sed. Se toma una por semana y ya no se siente necesidad de beber.
- ¿Por qué vendes eso? -dijo el principito.
- Es una gran economía de tiempo -dijo el mercader-. Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.
- ¿Y qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?
- Se hace lo que se quiere...
-Yo -se dijo el principito-, si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría tranquilamente hacia una fuente...