Las golondrinas viven en eterna primavera. Cuando es invierno abandonan las frías tierras de Europa y hacen miles de kilómetros buscando el sol de África. Vuelan todos los años siguiendo las mismas coordenadas para encontrar el mismo nido que hicieron el año anterior, porque, en definitiva, África es un lugar que te acoge con su calidez de clima y de gentes. Un continente que se levanta regalando una sonrisa a la vida, a pesar de la adversidad, por eso, he elegido la fotografía “el efecto mariposa”, para lanzar el siguiente mensaje:
“según la teoría del efecto mariposa, cuando ésta bate sus alas, en la otra parte del mundo provoca un terremoto, pero en este caso, aunque provoque penurias, guerras, corrupción y pobreza en este continente, el africano siempre tiene recursos para afrontarlos: la esperanza.
“según la teoría del efecto mariposa, cuando ésta bate sus alas, en la otra parte del mundo provoca un terremoto, pero en este caso, aunque provoque penurias, guerras, corrupción y pobreza en este continente, el africano siempre tiene recursos para afrontarlos: la esperanza.
Fotografía: Anaïs Carpena
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